Ultimamente sto passando un periodo un po' strano, mi sento giù di corda e non ho molta voglia di mettermi in cucina per cui nelle ultime settimane non ho preparato piatti particolarmente degni di nota. Vorrei comunque mostrarvi questa ricetta, dato che è una mia doppia "prima volta": la prima volta che assaggio il topinambur e la prima volta che mi cimento con il crumble. Il topinambur si è rivelato una piacevole sorpresa, dietro un aspetto non particolarmente invitante si cela un sapore gradevolissimo, dolce e delicato (un po' carciofato, non a caso viene anche chiamato <<carciofo di Gerusalemme>>). Per quanto riguarda il crumble è semplicissimo da preparare ma, volendo cimentarmi con una versione vegan, ho provato ad improvvisare; il risultato è stato buono ma non mi ha soddisfatta completamente, dopo la cottura infatti le briciole si sfaldavano un po' troppo... forse l'olio non è adatto per questo tipo di preparazione (generalmente si prepara con il burro) o forse ne ho messo troppo poco, la prossima volta ho intenzione di provare con il burrolì o la margarina.
Prima di lasciarvi alla ricetta però voglio scusarmi con tutte voi per non essere passata dai vostri blog, spero che capiate la situazione e che nessuno se l'abbia a male.
Últimamente estoy pasando por un período raro, me siento algo desanimada y tampoco tengo ganas de ponerme en los fogones. Pues en las últimas semanas no he preparado nada especialmente destacable, pero os quería enseñar esta receta, doblemente especial ya que fue la primera vez que probé el topinambur y mi primero intento de crumble. El topinambur ha sido una sorpresa muy agradable para mí, a pesar de su aspecto poco atractivo tiene un sabor agradable, dulce y delicado (tiene algunas notas de alcachofa, por eso se le llama también papas o alcachofas de Jerusalén). En cuanto al crumble es muy fácil de preparar, pero quería probar una versión vegana y me puse a improvisar: el resultado fue bueno pero no quedé plenamente satisfecha, porque después de la cocción, las migas se deshicieron demasiado... tal vez el aceite no es el más adecuado para este tipo de preparación (por lo general se usa mantequilla) o quizás la cantitad no fue suficiente, la próxima vez voy a probar con burrolì o margarina.
Antes de dejaros la recetas quiero pediros mil disculpas por no haberme pasado por vuestros blog, espero que comprendáis la situación y que nadie se lo tome a mal.
Prima di lasciarvi alla ricetta però voglio scusarmi con tutte voi per non essere passata dai vostri blog, spero che capiate la situazione e che nessuno se l'abbia a male.
Últimamente estoy pasando por un período raro, me siento algo desanimada y tampoco tengo ganas de ponerme en los fogones. Pues en las últimas semanas no he preparado nada especialmente destacable, pero os quería enseñar esta receta, doblemente especial ya que fue la primera vez que probé el topinambur y mi primero intento de crumble. El topinambur ha sido una sorpresa muy agradable para mí, a pesar de su aspecto poco atractivo tiene un sabor agradable, dulce y delicado (tiene algunas notas de alcachofa, por eso se le llama también papas o alcachofas de Jerusalén). En cuanto al crumble es muy fácil de preparar, pero quería probar una versión vegana y me puse a improvisar: el resultado fue bueno pero no quedé plenamente satisfecha, porque después de la cocción, las migas se deshicieron demasiado... tal vez el aceite no es el más adecuado para este tipo de preparación (por lo general se usa mantequilla) o quizás la cantitad no fue suficiente, la próxima vez voy a probar con burrolì o margarina.
Antes de dejaros la recetas quiero pediros mil disculpas por no haberme pasado por vuestros blog, espero que comprendáis la situación y que nadie se lo tome a mal.