Chi mi conosce (o chi ha letto questo post) sa che l’arrivo della primavera ha un forte impatto sul mio stato d’animo e di salute; sono infatti colpita da quello che molti definiscono il “mal di primavera”. Ma ci sono anche diversi aspetti della primavera che amo molto, alcuni di questi legati a ricordi d’infanzia. Il 21 Marzo, infatti, si festeggiava il mio onomastico (c’è anche il proverbio “San Benedetto una rondine sotto il tetto”, credo però che il giorno dedicato a S.Benedetto da Norcia sia stato spostato, chissà poi perchè!?!), per cui l’arrivo della primavera significava per me coccole extra e qualche regalino, assaggio di quello che di lì a poco sarebbe stato il mio compleanno. Ahimè gli anni passano e quell’euforia fanciullesca si è molto smorzata, adesso non amo festeggiare il compleanno, figuriamoci poi se mi ricordo del mio onomastico. Ciononostante la primavera continua ad essere foriera di momenti particolarmente piacevoli perché con il bel tempo amo passare delle giornate divertenti all’aria aperta, facendo delle gite fuori porta o semplicemente poltrendo al tiepido sole su un bel prato fiorito.

Quienes me conocen o han leído esta entrada saben que la llegada de la primavera es algo muy impactante para mí ya que afecta mi estado de ánimo y mi salud (se suele llamar "mal de primavera"). Sin embargo hay otras caras de la primavera que me encantan. Os cuento una cosita que se remonta a mi infancia: el 21 de marzo se celebraba mi onomástica por lo que la llegada de la primavera significaba para mí dosis extra de cariño y unos cuantos regalitos y eso sólo era una anticipación de lo que unos días después solía ser mi cumpleaños. Pero, claro, los años pasan y sucede que la euforia infantil se desvanece poco a poco, ya no me gusta celebrar mi cumpleaños y tampoco me recuerdo del día de mi onomástica. Sin embargo, la primavera sigue regalándome momentos muy agradables dado que se pueden disfrutar los lindos días de sol al aire libre, dando un paseo por el campo o la playa o bien descansando y tomando el sol sobre un prado florecido.
La receta de hoy es ideal para un pic-nic primaveral: los triángulos de hojaldre rellenos de espinacas y ricota (también os propongo una alternativa vegana) son cómodos para llevar y nos permiten comer fuera de casa de forma sana, sin renunciar a una buena dosis de fibra y verdura.
Con esta receta me gustaría participar en CSC#4 Picnic (anfitriona del mes es BabyJane de La finestra vegana) y en el concurso "Finalmente é primavera!!!".